lunes, 18 de agosto de 2014

La historia de Gisela


Gisela es una de las profesoras más jóvenes de Interlingua; es alegre, dinámica y tiene una fuerte personalidad. Nació en Sinaloa (México) y solía venir a Phoenix todos los veranos para visitar a su familia hasta que en el 2008, el amor hizo que se quedara para siempre. Aunque echa de menos su ciudad natal, en su casa conviven las dos culturas, lo que le permite sentirse más cerca de su tierra. Gisela es el perfecto ejemplo de que nada ni nadie puede detener a una persona cuando se propone conseguir un sueño. Hoy nos cuenta su historia.

¿Quién es Gisela?

 Soy profesora de Interlingua, esposa, hija y madre de una niña, un niño y una tercera que viene en camino (Gisela está embarazada). Soy inmigrante, crecí en Chihuahuita, un pueblo de Sinaloa, México. Mis padres me educaron igual que a mis dos hermanos, sin ninguna distinción y siempre he hecho lo mismo que hacían ellos; mi padre me enseñó a manejar su bote de pesca por mera  diversión, salía al campo con él y con mis hermanos…mis padres nos dejaron ser libres y hacer lo que nos gustaba. En cuanto a mi carácter me considero bastante terca, siempre hago lo que me propongo. Cuando estaba terminando mi carrera de Relaciones Comerciales Internacionales en la Universidad Autónoma de Sinaloa tuve una enfermedad grave de la sangre que afortunadamente fue diagnosticada a tiempo, pero mis padres me recomendaron que dejase de estudiar. Yo no quise, les dije que si dejaba de estudiar me iba a deprimir, que era lo peor que podia hacer y discutí con ellos por seguir estudiando. Pasé mucho tiempo en la cama y dedicaba mi tiempo y esfuerzo a  estudiar y a leer. Yo sabía que me iba a mejorar y cuando lo hice, me gradué con Matrícula Honorífica y entonces les dije a mis padres: “ahí está”. (Se ríe)

¿Es docente por vocación o por casualidad?

 Cuando era pequeña corregía los exámenes de una prima mía que aún es profesora y directora pero mi primer contacto con la enseñanza fue a los 14 años. Yo había estudiado Informática en un Centro de Estudios Técnicos y cuando entré en la Highschool fui profesora auxiliar en la clase de Computación; yo no tomaba la clase sino que ayudaba a la profesora y ahí es donde empezó a gustarme la docencia. Mi segundo contacto con la enseñanza fue con mi padre, él no tuvo la oportunidad de terminar la Primaria porque se puso a trabajar  desde  los 9 años y yo le ayudé para que terminara hasta la Secundaria y además le enseñé Computación; ahora maneja todos los programas informáticos, incluso las redes sociales y mi madre también. Mis padres siempre nos ha inculcado la importancia de la educación y él pagó por mis estudios por eso en cuanto pude quise devolverle el favor. Como anécdota tengo que contar que cuando vine a Phoenix un verano a visitar a mi familia atracaron la casa de mi tía cuando yo estaba adentro. Se llevaron cosas pero a mí, afortunadamente, no me pasó nada. Cuando el detective vino para hacerme preguntas sobre el robo, la comunicación era muy mala y me dijo “debería aprender español”. Esa frase me hizo un clic en la cabeza y cuando vi  por casualidad un anuncio de Interlingua donde buscaban profesores me acordé de lo importante que es enseñar español aquí, porqué puede salvar vidas. Fue una casualidad terminar trabajando en esta escuela pero la enseñanza siempre ha sido mi pasión.

¿Cuál es el mayor reto al que se enfrenta una profesora de español?

 Con los niños es todo un reto cuando hay que explicarles que la clase termina porque algunos quieren seguir jugando. Este ciclo escolar tengo una nueva escuela con niños más pequeños en Franklin phonetic School. No lo considero reto, es una nueva experiencia y además divertida. Con los adultos supongo que es que pierdan el miedo a hablar, que no traduzcan, que aprendan por gusto y no por obligación como ocurre con muchos profesionales de la Ciudad de Phoenix, que vienen como un requisito para su trabajo pero a medida que inician las clases se entusiasman con el lenguaje y la cultura e incluso me preguntan cosas de mi país.

¿Cree que se puede aprender español a cualquier edad o conviene comenzar a una edad temprana?

 En la vida es todo posible si se desea. Imagínate que los doctores me habían dicho que no iba a poder tener hijos y tengo ya casi tres! (se toca la barriga). Por mi experiencia creo que todos podemos hacer todo lo que nos propongamos y se puede aprender cualquier cosa a cualquier edad, solo hay que desearlo.

Lo más gratificante de enseñar es…

 La sonrisa de los estudiantes y el momento en el que los alumnos empiezan a ver el aprendizaje como algo divertido, empiezan a disfrutarlo y a sentirse seguros.Cuando los estudiantes pueden mantener una conversación con la profesora acerca de cualquier tema de la vida social, como lo que ven o escuchan en las noticias y lo hacen con entusiasmo.

¿Qué factores le han mantenido unida a Interlingua?. Háblenos del método…

 Lo que me mantiene en la escuela es que soy feliz haciendo mi trabajo, hago lo que me gusta. Además me gusta el sistema de la escuela, el trato de mi jefa, de los profesores y los alumnos; es excelente. Es un ambiente muy familiar y agradable. El método es 100% efectivo porque es muy dinámico, es fácil, invita a participar, a ser creativo y a pensar en español.

¿Qué hace Gisela fuera de las aulas de Interlingua?

 Salgo con mi esposo, juego con mis hijos, les enseño el folklore mexicano, les leo, bailo con ellos, cocino comida mexicana, soy pastelera, soy costurera, maquillista… además enseño español cada vez que se me presenta la ocasión: cuando voy al doctor, en la calle, a mis hijos y a cualquiera que me pregunte. También hago algunos diseños con reciclaje y algunas reparaciones o cambios en  casa…hago de todo...soy el hombre de la casa! (se ríe)

¿Como será Gisela dentro de 10 años….

 En lo personal me imagino felizmente con mi famila. En lo profesional, yo me licencié en  Relaciones Comerciales Internacionales en la Universidad Autónoma de Sinaloa y me gustaría combinar mi trabajo como docente con el trabajo de relaciones diplomáticas. Me gustaría renovar mi licencia  o estudiar una Maestría, porque me interesan las relaciones entre países, las relaciones humanas y culturales y de comercio. Deseo hacer negocios y explotar los beneficios que nos puede brindar Sinaloa; hacer comercio con Arizona y Sinaloa para beneficiar a los agricultores de mi pueblo. Sinaloa es un lugar desconocido para muchos, con grandes recursos y de una belleza increíble.

por Lidia Fernández.W.



No hay comentarios:

Publicar un comentario